ÉL. ¿Tienes algo que hacer mañana?
A ella la pregunta le pilló totalmente desprevenida. No tenía experiencia en polvos de una noche pero tenía la intución por lo mucho leido aunque lo poco vivido, que si se llamaban de una noche eran precisamente porque no había ningún "mañana"
Pero ese "tienes" implicaba o no implicaba, según se viera, mil cosas a la vez. Aún así respondió rapida
ELLA. Quedarme hasta las 12 en la cama
ÉL ¿Qué quieres hacer luego?
Vaya, pensó. Esto si que es nuevo en el guión. Lo que no sabía era por qué no se había ido ya a su casa. No sabía por qué seguía tumbado a su lado. Aunque sabía que solo quería que se fuera porque mejor pronto que tarde, no porque ella quisiera que se fuera. Las cosas cuanto antes mejor.
Pero había empleado el verbo querer y en presente. Nada de condicionales
ELLA: Irme a mi casa
Para chula yo, pensó.
Silencio tenso. Ella podía oirle respirar. De repente sintiio su pie acariciando su pierna
ÉL: Donde quieres que te lleve a comer
Bingo. Descubrió su punto debil. Le encantaba esa frase. Le sonaba paternalista, pero le gustaba aunque significara un punto de sumisión. Pero tenía que reconocer, que ese "quieres" le encantaba. Estaba claro que él no había escuchado o no había escuchado con contundencia su "Irme a casa".
Y, como él sabía que ocurriría, ella cedió pero no iba a ponerselo fácil. Él hasta podía sentir su sonrisa de medio lado que tanto le gustaba, en la oscuridad.
ELLA. Mañana es sábado. No tienes a ninguna novia esperandote para que la lleves al cine o a cenar
EL. Donde quieres que te lleve luego a cenar.
Tema novia zanjado, pues.
ELLA Quiero ir a comer y a cenar donde este abierta la cocina todo el día
ÉL ¿Y eso?.
ELLA Porque ya que no me dejas irme a casa, algo tendremos que hacer desde que nos despertemos. Y me temo que nos va a llevar un buen rato...
No hay comentarios:
Publicar un comentario