jueves, 18 de noviembre de 2010

El mal ajeno

Lo siento. Soy egoista. Lo reconozco. Porque, de toda la vidadedios, siempre he pensado que es a mí a quien me ocurren siempre las terribles desgracias; la que tiene el dolor más insoportable; la que tiene más problemas en el trabajo; la que tiene más problemas con su novio; a la que le va a salir un padrastro y se le va a caer la piel a cachos. Pero, para contrarrestar este egoismo, tengo un increible sentido del pudor. Porque al mismo tiempo pienso ¿quién soy yo para hacerle ver al resto del mundo tooodos los problemas que me agotan día a día?. Y por eso siempre tengo buena cara, buena sonrisa, buenas palabras. Porque, al mismo tiempo pienso "soy la más egoista del mundo por sentirme la única que tiene problemas". Y lo contraresto. Y la gente no se da cuenta. Es un lío. Lo sé. Pero a pesar de tratar de ser sencilla no lo logro. Cachis.
Todo mi egoismo viene porque no he visto más problemas gordos gordos en mi vida que los que salen en españa directo, que yo lo veo y digo "pero esa gente existe realmente"?. No se me puede culpar. Porque mi vida en comparación con la que gente que me rodea, es poco menos que de historia de Dickens; Yo no sé, pero me harto de ver lo feliz que está el personal en el facebook; lo feliz que va la peña los sábados a cenar que se pone la a6 hasta las tetas; lo contentas que van las mamás de punta galea embarazadas y con un churumbel en el carrito y el marido apuesto al lado; lo bien que hacen la compra en el corte inglés con los carros cuajados, cuando yo voy haciendo calculo mental para no pasarme de 10 euros. Sí, en comparación con este personal, normal que piense que mi vida por dentro es un asco. Pero pienso y analizo, ¿y si son como yo? Y si no quieren dar a conocer sus problemas, y si ellos también se sienten los más desdichados del mundo y como tampoco quieren parecer egoistas se lo callan como yo.? Pero como nos jode que todo el mundo esté taaaaaan feliz (aunque no lo esté, aunque esten aparentando), nos decimos, "qué mierda de vida llevo" (y ellos, pensarán lo mismo de mi?, que envidia esta la vida que lleva).
Pues eso.
En fin, a la conclusión que llego siempre es que no me puedo permitir el lujo de exteriorizar realmente lo que pienso de mi vida porque, aunque me cueste mucho imaginarmelo por el "oropel" que me rodea, hay gente muchisimo peor que yo.