domingo, 30 de mayo de 2010

Fin de un capitulo, que pase el siguiente

Cuando me gusta mucho el libro que estoy leyendo estoy deseando saber qué pasa en la siguiente página, estoy deseando saber qué va a pasar después. Y cuando acaba me quedo con una sensación de vacío. Es contradictorio pero tiene que ser así porque ninguno nos imaginamos lo tediosa que sería nuestra vida si algo no se acabara. A veces pensamos que lo mejor es que no se acabe, pero estamos equivocados. Por mucho que creamos que nos va a doler, la sensación de que algo ha acabado es una liberación al mismo tiempo que una pena (si la hubiera claro) por esa misma finalización. (muchos de los que han visto perdidos, sí, les dará pena, pero fijo que en un año se han dado cuenta de que un poquito liberados sí que están, como yo con sexo en nueva york por ejemplo).
En la vida pasa obviamente, tres cuartos de lo mismo. Hay muchos capítulos de nuestra vida que no querríamos que acabaran nunca y cuando lo hacen, por mucho que te duela, sabes que era lo suyo, que tenía que acabar. Y por mucho que creamos que nos va a doler, que no vamos a poder vivir, estamos muy equivocados. Porque el ser humano, no sé por qué mecanismo o conexión neuronal está preparado solo para vivir el momento. El pasado no se puede nada más que recordar y al futuro, por mucho que queramos, no podemos adelantarnos.
Pero qué pasa cuando uno desea con todas sus fuerzas que termine ese capitulo, cuando uno desea pasar de pantalla, y no lo consigue. Qué pasa cuando andamos en circulo con una desidia que es auto impuesta porque no podemos hacer otra cosa. Aquí, pasará lo contrario. Cuando hayamos pasado ese capítulo seguro que echamos terriblemente de menos la pantalla anterior de nuestra vida. Los humanos somos así. Hay que joderse.
Hoy estoy filosofa, qué se le va a hacer, pero insisto, por mucho que queramos detenernos o adelantarnos hay algo más poderoso, algo nos arrastra, fuerte o suavemente, y es el devenir del tiempo que pasa como tiene que pasar, no como nosotros queremos. Porque por mucho que venga Michael J. Fox con su Delorian, no se puede manipular. Estamos programados para viajar hacia adelante. Y no nos queda otra que agarrarnos bien los machos, cerrar los ojos y decir, "adelante, la vida sigue y yo con ella" (más que nada porque no nos queda otra y por eso es mejor no tomárnoslo a mal porque de nada nos va a servir)

domingo, 9 de mayo de 2010

Polvo o sublime

Sabía que no valía de mucho. Pero se encontraba bien esa mañana. Sabía que otra, en otras circunstancias, estaría rabiando por mandarle un sms, decirle que quería salir a cenar, repetir lo de anoche. Ella no. Y no porque no lo quisiera, que seguramente, si no porque, como buena estratega que siempre había sido, sabía que había cosas que no había que precipitar. Sabía. como el que sabe que por mucho que mire el agua que está sobre el fuego no va a hervir antes, que todo lleva su tiempo. Y que mejor es que las cosas tengan su momento y su lugar. Sabía que con él era así. Irremediablemente. Tampoco sabía si merecía la pena esperar. Claro que no. Pero le gustaba no precipitar. Que fuera lo que tuviera que ser. Que habían echado un polvo. Bueno. Que otra en su lugar estaría llamándolo diciéndole que había sido maravilloso. También. Pero años planeando estrategias le habían enseñado que la clave estaba en esperar y dar en el clavo. Tampoco estaba muy segura de que quisiera algo en concreto. Eso era lo bueno. Y sabía que si no pasaba nada, pues bueno, tampoco se va a acabar el mundo. Así es que sí. El polvo había sido sublime. Pero ahora estaba en su casa y tenía que pensar si quería repetir polvo o sublime. Y sabía que para eso, era mejor no dejarse llevar nada más que por el momento y disfrutar del aire que entraba por la ventana. Y no tratar de abrirla más no se fuera a joder del todo.

viernes, 7 de mayo de 2010

No puedo vivir sin ti



Me temo que tengo sentimientos encontrados con esta canción. Y sí. No puedo vivir sin ti. Y no sé por qué

Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo

Es el título de un libro, que tiene pinta de truño. Pero el título es de lo más sugerente.

domingo, 2 de mayo de 2010

Mis lugares

Hay lugares que me evocan algo inevitablemente. No tienen por qué estar necesariamente relacionados con alguien; puede que solo esten vinculados a "algo" que ni yo misma soy capaz de definir.
Lo malo de vivir en una localidad donde la vida comercial más cercana está a dos kilómetros, (eso si todo verde y todo muy pijo y asqueroso) para alguien como yo, que lo único que quiere es abrir la puerta de su casa y encontrarse con la vida más allá de los árboles, es morir un poquito cada día.
Soy urbana. Me gustan las aglomeraciones. Soy feliz entre la gente. Me gusta, por dios, los pitidos de los coches. Quiero no tener que usar el coche hasta para ir a por el pan!. Quiero quedarme sin leche y bajar a la tienda que hay justo al lado. Por qué. Porque nunca he podido hacerlo
Y por eso, despues de esta absurda reflexión, he aquí mis lugares (el lector más observador y que mejor me conozca verá que no hay ninguno relacionado con el lugar donde vivo)

El semáforo de confluencia entre Plaza de España y Gran Vía
Gran Vía (of course)
El semáforo de confluencia entre Velázquez y Diego de León
El Paseo del Prado
La Calle Princesa (toda entera)
Velazquez, desde Diego de León a Goya
Claudio Coello
Hermosilla
La Casa Encendida
Fuencarral
Almirante
Castelló
María de Molina con Castelló
Ópera
Arenal

No tienen un orden concreto. Simplemente me he dejado llevar como si fuera escritura automática. Y esto es lo que me ha salido