lunes, 22 de febrero de 2010

cambios cambios cambios

No me gustan los cambios. Pero son necesarios. A mi lo que me hubiera gustado de toda la vida, es haber encontrado un trabajo nada más terminar la facultad, de 8 a 3 a ser posible, y jubilarme ahi. Y a ser posible también, que permaneciera toda la vida ese puesto de trabajo en el mismo edificio.

También, haber vivido en la misma casa en la que me trajeron nada más nacer, y solo irme de alli para casarme (de tanto reir se me salta la pleura) o para irme a vivir con mi novio (a ser posible, again, a los 25).

Y también, haber encontrado a ese hombre ideal a los 18 haberme casado a los 25, tener hijos con 27 y seguir para siempre en la primera casa que compré con mi marido porque tiene mucha pasta y desde el primer principio compramos un ático en pozuelo de 5 habitaciones.

Pero la vida es dura. Y todo son cambios. Si fuera por mi, me quedaría siempre clavada en el mismo sitio. Supongo que no me gustan los cambios porque ha habido demasiados en mi vida. Y no me gusta tener que alterar mi rutina.

Desde los 22 he trabajado como periodista en ... (estoy contando con los dedos)... 7 sitios. Y como profesora de piano, ya ni cuento porque me puede dar algo, puede que algo más de 30 (sin exagerar).

Me he mudado 4 veces de casa y he hecho 3 mudanzas de oficina. Asi es que no está mal. Hay quien me supera, claro, pero es que yo no quiero superar a nadie. Yo quiero quedarme como estoy.

Este año es un año de cambios. Mi preciosa oficina situada en los bajos de un palacio en pleno centro de Madrid (como dice mi chico, pobre pero señorita) se ha quedado demasiado enorme y demasiado cara y me voy a un zulillo situado en plena gran via (por lo menos no me voy a la av de barcelona).

Asi es que ese es mi primer cambio. Espero que los siguientes cambios sean también este año. Y que pasen por cambiarme de casa (again) para vivir algo algo mejor.

Si pasara este año y siguiera igual, me quejaría. Y si no, también. Lo mio es pura queja, para qué mentir.

Lo que me gustaría es ser totalmente independiente de todo el mundo y decidir by my self. Entonces se iba a cagar la perra. Pero no. Lo malo de los cambios, es que no cambias porque tu quieras. Si no obligado por las circunsntacias.

Estoy segura que si fuera por un cambio que yo me he propuesto, no me parecería tan mal. Lo malo, es, ahora que lo pienso, que ninguno, ninguno de los cambios que he realizado en mi vida ha sido porque yo haya querido. Si no porque han querido los demás
Y eso, pues no me gusta.

jueves, 4 de febrero de 2010

Cosas que se pueden hacer a las 6 de la tarde

Ayer, mientras daba mi enésima clase de la semana, y estaba hasta las pelotas directamente (si las tuviera, claro) de decirle a mi alumno que lo que estaba tocando no era un sol si no un fa, miré por la ventana y vi la buena tarde que hacía.
Entonces me dio por pensar qué cosas he hecho yo en mi vida a las 6 de la tarde y las cosas que me gustarían hacer.
Cosas que he hecho: Basicamente, trabajar. Dentro de esta modalidad, pues, además de dar clase, escribir alguna información sobre una orquesta, un concierto, un compositor o un espectáculo para niños. Escribir una nota de prensa de canales temáticos. Hacer una convocatoria de prensa.... y no sigo porque es un coñazo.
Pero también, viajar en el 625, en el 622, en el 561, en el 658, en el 657. Esperar a que salga el bus en el intercambiador de Moncloa. Pasear por Princesa. Bueno, más que pasear, corrrer como una perra porque pierdo el bus que sale de Moncloa. Comprar algo en el Zara. En el H & M. Olisquear en el Corte Inglés. Conducir por Las Rozas o Majadahonda.
Qué no he hecho. Basicamente, estar en mi casa. Si lo pienso detenidamente creo que a las 6 de la tarde no he estado en mi casa en la vida. Bueno, quitando vacaciones, claro. Pero vamos, creo que un día de diario a las 6 de la tarde me han visto poco el pelo por mi casa.
Qué me gustaría hacer. Dormir una siesta en el Ritz, o en el Palace o en el Urban. Tomarme unas tortitas con nata del vips. Sentarme al lado de la ventana a ver pasar la gente. Leer en el sillón. Ver el Sálvame (lo mio es obsesión). Sentarme en la terraza de la casa encendida a oir música. Y otras cosas que no cuento porque esto no es un relato porno (no, no lo es)
....
En fin, qué de cosas se pueden hacer a las 6 de la tarde...