martes, 23 de diciembre de 2008

Smoke gets in your eyes




He estado y sigo estando algo vaga para escribir desde que me partí la muñeca en la nieve (izquierda, que Dios aprieta pero no ahoga), y solo dejo que mis lindos deditos le den a la tecla para que me den de comer (esto es, para la revista en la que trabajo), pero hoy voy a hacer pellas y por eso me he decidido a escribir sobre una serie que desde que se estrenó el año pasado en el plus (una de las razones por las que no me voy de mi casa... papá, ya sabes que si me voy, desenchufo el plus y me subo a la terraza a quitar la antena... mio o de nadie jejeje) y que a mi me cautivó desde el primer momento: Mad Men
"Nena, el amor es una palabra que inventamos hombres como yo para vender medias". Esta frase, dicha con una bocanada de humo extraída de su Luke Straik por Donald Draper su prota y diretor de cuentas de Sterling & Copper, es el pilar sobre el que se sustenta esta serie. Esto es, machismo, chulería y ganas de vender.
Dicho esto, puede parecer que esta serie no tiene nada que ver conmigo: Odio el tabaco, a los machistas y bueno, a los chulos los perdono... pero si la veís, hombres o mujeres, os mostraréis cautivados desde el dedo gordo del pie derecho hasta el último pelo de la cabeza.
Uno de los motivos, es su prota: John Hamm. El HOMBRE HOMBRE. Un tipo guapo, educado, chulo, seguro de sí pero con un punto tierno y un oscuro pasado que no voy a desvelar, y que se pasa toda la serie bebiendo y fumando, como el resto de sus compañeros (la vida antes del milenio era así, o acaso no recordáis que antes era de lo más normal fumar como carreteros en las oficinas??). Otro motivo: El Nueva York de los 60 y sus agencias de publicidad. No se si es por haber tenido exceso de Capote en mis años mozos pero a mi, esa época y esa ciudad me han parecido siempre de lo más fascinante. Me hubiera encantado haber estudiado en la escuela de señoritas Bassar, llevar esas faldas vaporosas y caderoncias, ese pelo cardado y esos labios rojo cereza y hacer al andar fu fu. Haber entrado a trabajar en una de esas oficinas limpias grandes y luminosas sacadas de un cuadro de Hopper, a los 20 años y haberme jubilado allí con un horario de 9 a 5. Sí, vale, nunca he sido de las que estudian periodismo para sacar los trapos sucios del alcalde o inmiscuirme con una cámara oculta en la guerrilla guatemalteca. Yo soy así. Sosa jajaja.
Y el último, el de asistir al cambio de una sociedad machista a una más aperturista, y a soñar con los anuncios que antes (bueno y ahora pero menos) la gente veía y creía a pies juntillas...
Ah... espero anhelante la segunda temporada...Ah, muchos pensaréis que el título viene del nombre que se le daba a los publicistas de la época (hombres locos) pero yo creo que no, que viene del lugar donde estaban instauradas esas agencias: Madisson Avenue.... ( no lo he comprobado pero a mi me mola haber sacado esa conclusión yo solita). Y no, no la van a poner en la tele generalista porque saben que no es para las grandes masas, y la verdad, ponerla para relegarla a las 3 de la mañana creo que les daría vergüenza ajena hasta al programador más hortera.
Este post no tiene nada que ver con la navidad ehhhhhhh.... A saber qué lema inventaria Draper para publicitar esta época del año... se lo dejo a los publicistas. Yo solo "invento" titulares con más o menos chispa....
Bye!!

jueves, 11 de diciembre de 2008

viernes, 5 de diciembre de 2008

El "Martha McKeen" de Hopper


Este es mi tesoro

All I want for christmas

Se acercan las navidades (si fuera por los grandes almacenes, sería navidad a partir del 1 de septiembre, porque tienen un hueco entre la vuelta al cole y el 25 de diciembre considerable). Y yo voy a hacer mi particular lista. Son cosas la mayoría improbables. Y no, no voy a pedir la paz en el mundo. Porque voy a ser pelin yoista. Por un día. Y no, no soy egoísta (o sí). Pero bueno, yo ya se qué es lo que voy a hacer para arreglar un poco el mundo (EL MUNDO, no el mío) . Pero ya lo anunciaré. En fin, que, como siempre, me lio sola, asi es que ahi va la lista

Una semana en un balneario
Un día entero en el corte inglés sin cámaras
Que movistar se confunda y no me cobre las llamadas
Irme todos los findes de gira por Europa (un finde Paris, otro Londres, otro Venecia)
Un cuadro de Hopper sobre mi cama (Tita Cervera, no te descuides que ya le echado el ojo al Martha McKeen)
Que Cosmpolitan o Vanity Fair me ofrezca una columna al mes por el módico precio de 3000 euros
Un trabajo de 8 a 3 por 3.000 euros
Ir a clases de cerámica (esas a las que te apuntas porque no tienes NAAAAADA que hacer)
Pesar unos cuantos kilos menos
Ser bilingüe
Un chofer que me lleve y me traiga
Un piso en la Plaza de la Marina Armada (Serrano y Velazquez son muy ruidosas y hay mucho nuevo rico)
Que me quieran un poquito más
Ir a fiestas glamurosas
Un vestidor (en mi super piso de la Plaza de la Marina Armada)
Olvidarme de cómo se coge un cepillo para barrer
Un cutis perfecto (bueno, eso lo tengo jajajaj qué creida soy)
Que alguien me dedique su libro (que lo haya escrito por mi, vaya)
Ir a todos los estrenos del Teatro Real (no solo a los ensayos generales)
Que no se me ponga un nudo en el estómago cuando veo a alguien desvalido (hombre, mujer, niño, niña, animal... me da igual)
Ser mejor persona
Ser menos egoista
Ser optimista
Ser feliz sin necesitar nada de lo que he puesto arriba (menos lo último)

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Rescue Me

A veces necesitamos que alguien nos rescate. Sobre todo si estamos hartos de ser nosotros los que rescatamos

lunes, 1 de diciembre de 2008

Sonrie, hoy estas preciosa

Así reza una valla publicitaria en la Carretera de la Coruña. Es autopublicidad de la empresa que gestiona la publicidad (valga la redundancia) de esas vallas. El anuncio da un mensaje tan prosaico como aunque no queramos "hacemos caso" de la publicidad en ese formato (porque todo quiski ha sonreido cuando ha visto ese mensaje). Pero yo me quedo con que, de vez en cuando, y aunque sea a través de una fría valla publicitaria, no está mal recibir un piropo. Porque después de haberlo visto hemos pensado, "pues oye, no estoy tan mal hoy". Eso es porque no estamos acostumbrados a que nos lancen ese tipo de piropos a diario. Y eso es porque en la sociedad en la que vivimos, tan anclada en individualismos y el "yo voy a mi bola", cuesta dedicar una palabra amable a alguien. Según estudios científicos, si lo hacemos, nosotros mismos nos sentimos mejor y el que la recibe, ni te cuento. A mi, si esta mañana me hubieran dicho: "que guapa estas", pues ya me alegra todo el día. Para qué mentir. Pues eso. Que seamos un poquito más agradables con los que nos rodean, que al fin y al cabo, nunca sabemos a quién vamos a necesitar en un futuro (si al final todo es puro egoísmo). Y ayudemos. Y que sepamos identificar a aquel que realmente necesita ayuda del que lo pide para no aprender a hacerlo y así no tener que hacerlo él. Y a ser más compañeros. Ya veréis qué bien sienta.