lunes, 8 de marzo de 2010

And the Oscar goes toooooo

Me pirran los Oscar. No sé por qué siento tanta fascinación por unos premios, que a decir verdad, a mi, ni me van ni me vienen. Pero me encantan. Qué le voy a hacer.

Me sé qué actores y actrices han ganado tan preciada estatuilla desde 1990 y, antes de dormir (para mi es como contar ovejas) hago memoria de los galardonados desde hace ya 20 años. (y me funciona muy bien)

Creo que me gustan porque siempre se hace eso que algunos llaman "justicia moral", que seguramente no será otra cosa que "intereses más que creados" pero bueno, al común de los mortales como a mi, nos gusta pensar que no hay chanchulleos, que todo es claro, cristalino. Y que ganan los que tienen que ganar. Ja ja ja ja, se me salta la pleura solo de pensar que pueda ser así.

En fin, que este año, los americanos han vuelto a dar la campanada dandole el premio a una mujer (ooooooooh dios mio, que notición, cuándo vamos a dejar de ser diferentes si siempre se nos remarca esa diferencia constantemente).

No he visto la peli pero sí vi Avatar y mi cierta experiencia en cine (a mi me gusta lo que me gusta, me da igual que sea bueno o malo) me decía que sí, que está muy bien pero una peli en la que ni los actores ni el guión han sido siquiera nominados, como que es raro que gane el Oscar a la mejor cinta del año.

A mi me gusta una peli en la que el actor, o la actriz o la dirección me lleguen al alma. Hace años, muchos ya, vi (en mi casa mi hermano y yo siempre hemos visto de todo con apenas 10 años, mis padres eso de la educación como que lo aprendian por ensayo-error) La decisión de Sophie con Meryl Streep. Yo no conocía nada de esa mujer, ni siquiera sabía su nombre. Pero aún me acuerdo los lagrimones a pares que se me caían en las escenas más duras. Yo, que ni me acuerdo cuando lloré la última vez. O cuando vi a Dustin Hoffman en Kramer contra Kramer o a Bárbara Streisand en Tal como eramos, en la última escena, cuando le coge le coloca bien el pelo a Robert Redford (quién sabe colocar así de bien el pelo) sabiendo como sabe que jamás lo va a volver a ver o a Kate Winslet hacer las maletas antes de irse de su casa, en el Lector. O a la gran Cecilia Roth en todo sobre mi madre (grande grande) o a Maribel Verdú más callejerilla que nunca en Siete mesas de billar francés o a la gran gran Blanca Portillo en los abrazos rotos (que manera tan elegante de llevar el cuello vuelto dioos)

Ganar, ganarán una pasta pero a mi me conmueven.

Y mira tu, pero a mi, me gustan los Oscar aunque no sean más que una pandilla de amigos de los de "hoy por ti y mañana por mi". Me gusta pensar que no es así. Y al menos sueño un rato, que bastante dura es ya la vida de por sí.

Pues eso

3 comentarios:

Yabcy dijo...

Gracias, me has alegrado la tarde.

Profesora dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Yo misma dijo...

de nada :p yo y mis pajillas mentales, nada serio. un besito coraçao