lunes, 7 de junio de 2010

The sex and the city

Nunca entendí muy bien por qué esta archiconocida serie se tradujo al castellano como Sexo en Nueva York, cuando el original, El Sexo y la Ciudad, es más genérico y más aplicable al resto de la humanidad. Me imagino que fue porque el sexo en Nueva York no es lo mismo que en Madrid (que cuarenta años de atraso se notan y mucho) y a las que veíamos las andanzas de Bradsow and co, lo que también nos gustaba es que todas sus correrías estaban amenizadas por el característico sonido de los pitidos de los taxis newyorkinos. Pitidos que todos somos capaces de identificar aunque no hayamos puesto los dedos de los pies en la gran manzana nunca (es mi caso).
Quienes hayáis visto la serie no os voy a descubrir nada. Para los que no la hayáis visto os resumo que solo son cuatro chicas, ni mejores ni peores que ninguna de nosotras (cuajadas de vestidos de chanel que en teoría no podrían pagar si fueran realmente personas de carne y hueso) en busca del amor. Dando más o menos vueltas. Pero en busca de lo que todos ansiamos. Eso sí, hartandose de decir algo parecido a aquello de "nena tú vales mucho". (Siempre he pensado que si los guionistas yankis supieran de esa frase tan cañi salida de los labios manchegos de Almodovar, no me cabe duda que la serie se hubiera titulado asi).
Para mi el principal atractivo de la serie no es Nueva York, ni los modelazos de la Bradsow, ni su patético intento de parecer una niñata de 20 en un cuerpo de casi 50. Para mi siempre lo fue Mr Big porque encarna, punto por punto, y coma por coma mi tipo. Encarna a Bryan Ferry. Encarna la melodia cadenciosa de slave to love. Encarna los "nena te llevo a casa" sin que parezca un chuloplaya. Encarna los trajes caros, encarna la colonia de Armani, encarna los dobles sentidos en la conversación. Encarna a los tipos seguros, sin parecer prepotentes.
Todo esto lo digo porque mientras la atribulada Carrie se pasa toda la serie corriendo por la quinta avenida, diciendo que para qué encontrar al hombre de su vida, si la vida es mejor siendo soltera (cuando ella sabe que es MENTIRRRRRRRRRRRRA, al menos, su personaje, sabe que NO es asi), Mr Big sale de vez en cuando para recordarnos, que por mucho que las mujeres nos sintamos liberadas, independientes, seguras, economicamente fiables y la repera limonera enfundada en un vestido de Dior y andamiadas sobre unos Manolos, pues que nos gusta de vez en cuando que nos llamen nena. La vida es así. No la he inventado yo.

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