miércoles, 28 de abril de 2010

Y ya no puedo más

No os ha pasado alguna vez eso de decir, diooooooos, lo necesito, lo quiero, lo necesito ya ya ya. No, no estoy hablando de una bolsa de doritos, que también, ni de algo tipo no, por dios, el alcohol, el tabaco o las drogas. (para mi fortuna nunca he tenido ningun problema con ninguna de las tres) Si no de algo que hace que te suba la sangre a la cabeza y al mismo tiempo es delicioso e insoportable y tienes que pararte y pensar y decir, venga va, puedo puedo puedo. Y al mismo tiempo, no no no no no. Y al mismo tiempo, no no no no no quiero dejar de necesitarlo.
Hoy me ha pasado eso. Tal vez era el cansancio acumulado de los dos días que llevo que son para reventar o del hambre que tengo de esta maldita dieta. Me he tenido que acordar detenidamente si había sido yo, porque hasta lo he dudado, y en qué circunstancias había escrito, en una esquina de mi libreta, tal vez esperando a que empezara una de las cuatro ruedas de prensa que llevo a mis espaldas y no estamos ni a miércoles: "Lo necesito". (lo que no se me ha olvidado, es lo que necesito)

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