miércoles, 21 de abril de 2010

Fuerza de voluntad

Yo no tengo fuerza de voluntad. Lo que tengo, y por eso doy el pego, es fuerza para luchar contra el caos. Me gusta el orden y por tanto, lucho para que no me invada el más absoluto de los cataclismos. Pero cuando todo mi mundo está en orden, para lo demás, no tengo ni un pelo de fuerza de voluntad.

Cuando estudiaba, iba al conservatorio y cuidaba a tres niñas en las chimbambas del mundo, me proponía firmemente llegar a todo sin desfallecer porque no me gustaba el desorden en mi vida. Me proponía todos los días aprobar piano, no saltarme ni una clase (me daba auténtico pavor saltarme oh dios, algún examen, aun hoy sueño con ello) y les preparaba unas cenas a las niñas a las que cuidaba que no se las saltaba un gitano. Y llegaba, vamos que si llegaba, y mi cuerpo estaba más que entrenado. Prueba de ello es que sin actividad, me muero, directamente. Mi mente y mi cuerpo están preparados y entrenados para la acción continua. Por eso mis amigas me dicen que no paro. No, no es que no pare, es que no puedo parar.

Ahora bien, cuando hay algo por ahí que me supone un esfuerzo extra y no forma parte de mi complot para aniquilar el caos que puede invadirme en un momento dado, paso directamente. Esto incluye el gimnasio, la dieta, el gastar dinero... Siempre he creído que veré las orejas al lobo cuando pese 200 kilos y tenga 20 euros en la cuenta pero no. Esta semana me he propuesto luchar contra eso también. Y al proponerlo me he preguntado por qué me cuesta luchar contra esos dos males. Fácil. Porque solo adelgacé cuando me dejo mi ex, y por eso, porque no veo unos resultados instantáneos, paso, y el dinero es algo que siempre sale por algún lado. Ejemplo: no me gasto 20 euros en una camiseta por puro remordimiento y luego hacienda me reclama (el año pasado) 869. Hay que joderse, directamente

Pero bueno, voy a tratar de conseguir mi objetivo. No sé si me irá bien. Solo espero no desfallecer por el camino jajaja.

También he de decir que siempre me encontrado bien con mi aspecto (no me va eso de pasar hambre para perder 2 kilos) y suficiente me mato a dar clases como para encima racanear 20 euros en algo que me gusta. Así es que, con ese planteamiento de vida que tengo no sé como acabara mi eminente odisea...

3 comentarios:

Yabcy dijo...

Cómo molas!

Unknown dijo...

Parece el diario de Brigget Jones

Yo misma dijo...

pues es mi verdad pura y dura