martes, 1 de diciembre de 2009

¿Cuál es tu fantasía?

No sé si soy la única que sueña despierta, hasta el punto de que un día me va a pillar un autobus (Anita, dile a tu chico que si un día me ve cruzando un paso de cebra en rojo no me atropelle jeje), pero el caso es que es lo que más me gusta.

Luego claro, sobrevengo a mi realidad y necesito formatearme cual Windows 98 para decirme a mi misma, mery, hoy tienes que ir a tal sitio y para ir tienes que coger tal o cual bus (siempre he pensado que si mi memoria fallara, aunque fuera minimamente, terminaría dandole clase a un Municipal de Pinto).

Mi cabeza está todo el día en funcionamiento, a pleno rendimiento. Me pongo a pensar y me imagino lo qué haría si me tocara la loteria (pongamos 200 millones de euros) luego pienso lo que haría si me tocaran 6.000 euros... pero es que hasta para eso soy terriblemente realista. Mi fantasía más recurrente sobre ganar un juego de azar es que me toquen los 5 euros del rasca de la ONCE y desayunar gratis en Rodilla con zumo de naranja incluido.

También pienso en lo que haría si tuviera un trabajo de 8 a 3 por 2000 euros. Dejaría las clases particulares y emplearía las tardes para irme a ver pelis antiguas a la Filmoteca, dar clases de cerámica, aprender decoración floral japonesa o qué coño, tirarme en el sofa a ver el Sálvame. Solo de pensarlo, babeo.

Al grano, que como siempre, me lio. Todos y aunque no lo confesemos, toditos, todos tenemos nuestra fantasía sexual. Y si no la tenemos, hay que inventarsela.

Una antigua compi me contó que lo primero que hace cuando entra a un medio de transporte público es pensarse a quién se tiraría. Yo no llego a tanto (buenoooo, a qué a partir de ahora más de uno cuando entre al metro pensará a quién se tiraría eh?) pero tengo una fantasía....

Cuando he escrito esto, ahora mismo, me he tirado mis buenos dos minutos pensando si sigo o no, más que nada, porque el blog lo lee gente que me conoce. Bueno, como le dije a mi chico una vez, la mayoría de cosas que cuento puede que sean verdad y puede que no, en eso reside el oficio de redactador, en mi caso (ya que no me considero ni escritora) y por lo tanto, si voy a contar una fantasía (sexual o sentimental, obviamente) dejo a la imaginación del lector si habla mi imaginación o yo.

¿No os ha pasado nunca eso de ver a alguien y al instante saber, tener la certeza absoluta de que te gusta y saber, tener la certeza absoluta de que le gustas?.

Pues mi fantasia (o la de mi alter ego) es dirigirme a esa persona, y sin saber nada de ella, absolutamente nada, llevarmela a una habitación de hotel. Y al igual que cada semana se tiene una cita para ir a inglés, a jugar al paddle o a las chapas con el vecino de al lado de tu casa, ir a esa habitación de hotel todas las semanas. Sin saber nada, absolutamente nada de esa otra persona.

¿Podriaís no saber nada de esa otra persona?. Esta claro que para hacer eso, la pulsión física debe ser muy muy grande, no vale con que te guste un poquito. Puede que incluso te guste en ese plano más que tu pareja, más que cualquier persona con la que has estado y que sabe todo de tu vida. ¿Podriaís?. Yo, me reservo mi respuesta.

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