lunes, 7 de septiembre de 2009

Mapa de mis propios criterios

Hoy he ido a ver Mapa de los sonidos de Tokio. No quise leer muchas críticas de la misma, porque intuí, y no me equivoqué, que la iban a poner a caldo. Yo no soy Boyero, ni crítico de cine ni muchísimo menos pero no sé por qué me da, que a veces las críticas tocan buenas, y otras, malas. Y a esta peli de Coixet le ha tocado mala crítica. Fácil lo tenían para criticarla mal. Yo estaba segura, sin ver la peli y sin leer casi nada de ella, que iban a decir que Coixet pretendía parecerse a Wong Kar-Wai (director de la infumable, para mi, y sin necesidad de leer ninguna crítica que me lo enseñara, Deseando amar), y no me equivoqué. Hoy, después de ver la peli, he ido corriendo a ver qué decían de ella, y la mayoría decían que Coixet ha querido sin éxito parecerse a algun director japonés de nombre raro y que estoy segura, a la mayoría de los críticos no solo no les gusta, si no que encima, parece que lo que les gusta es sufrir y encima salir diciendo que ha sido la octava maravilla del mundo. (como el que se come una barrita de hinojo por 80 euros en el restaurante de moda y dice que ha sido lo mejor que ha probado).
A donde voy con todo esto. Que a mi , al margen de lo que me digan los críticos de medio pelo,exceptuando a Boyero, con quien coincido en muchas ocasiones, me ha gustado. Porque yo creo que las peliculas hay que ir a verlas con ojos inocentes sin prejuicios y pensamientos más que prestablecidos (que para el caso es lo mismo). Sin saber lo que tienes que sentir al verla. Si no solo sintiendo, cosa que muchos no hacen y que solo van a ver una peli pensando, esta va a ser una paja mental de Coixet, asi es que desde ya, digo que es un rollo y me quito de problemas. Me ha gustado porque me he metido en la historia. Porque he entendido a Reiko, porque he odiado y amado al mismo tiempo al personaje de Sergi Lopez, porque sé que hay tios así, porque sé que hay mujeres como Reiko. Aunque sea en Japón, en la conchinchina o en un suburbio de Madrid. Porque entiendo al captador de los sonidos de Tokio. Porque Coixet, para mi, solo ha querido plasmar su idea de la capital nipona, y contar una historia de amor o desamor, o egoismo, y que si para ello se ha servido de primeros planos (por cierto, los ojos de Sergi son irresistiblemente humanos, no he visto nunca en mi vida una mirada tan calida) pues bravo por ella. No creo que los haya hecho para parecerse a Kar-Wai (me quieren decir los críticos que prefieren los casi cinco minutos insufribles de deseando amar donde los protas ni se tocan, que esa mirada de López a Reiko... no me lo creo). A veces es mejor no saber tanto de cine...
A mi me gusta desde Kieslovsky (Rojo siempre será mi peli favorita), a Woody Allen. Lo que no soy en comida, lo soy en el cine, es decir, lo pruebo todo. Y creo que me lo debería aplicar a la comida también. Porque creo que es enriquecedor ser espectador del mundo, y no solo ceñirse a lo que "creo" que me va a gustar. Que no me voy a gastar los 7,50 para ver guerra de novias, pues ya te digo yo que no. Y que vi el Padrino y no me gustó, y a la de estas el que me este leyendo ya me quiere matar, pues también te lo digo. Porque en el cine, como en la vida, hay que tener criterio propio. Y no dejarse guiar por lo que te digan. A veces uno coincide con la mayoría y otras no. Pero como todo. Hay gente a la que no le gusta el caviar y no le va a empezar a gustar porque valga 100 euros el gramo. Pues eso.

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