lunes, 31 de agosto de 2009

Mi experiencia italo gallega

Este veranito me he calzado dos destinos, bien distintos y de diferente intensidad y duración. Mi primera incursión fue en Italia y en concreto Roma, ciudad eterna??. No se si es por qué venero Madrid pero a mi, Roma se me ha quedado obsoleta. A parte de cocerte vivo por esas calles romanas, los únicos atractivos son los consabidos Coliseo y foro donde creerás que estás en una calle de Almería porque hay más españoles que moscas. El calor hizo mella en mi estado de ánimo, en mi cuerpo y en mi mente (a mi el calor me derrite directamente la única neurona que tengo) pero en general la experiencia (y la compañía, como no) se puede considerar como buena. Aunque no puedo por menos que criticar a Berlusconi porque se podría gastar el dinero en lugar de en velinas que le llamen papi, en mejorar la calidad de su transporte público (los trenes eran directamente de cuando Mussolini iba en pantalón corto). No se si formará parte del carácter italiano, pero viendo lo que he visto se me hace muy cuesta arriba pensar que fue en su época el mayor imperio jamás creado. La actitud de sus habitantes me parece más del tipo "quiero ser como Canavaro, ellos y quiero ser como Gregorachi, esto es cazar a un Briatore, ellas". Asi es que en esas estamos.
Mis vacaciones en Roma cual Audrey Herpun pero sudando como una cerda se contraponen a mi finde gallego. Nada que ver. He estado 3 días en A Coruña y me parece increible como puede haber una ciudad taaaaan bonita y con tan buena calidad de vida. Desterrando el tópico de los horteras de no voy al norte porque llueve o no vaya a ser que quemen delante de mis narices un contenedor, he decir que para mi, mientras haya 10 grados menos que en Madrid (para pasar calor me quedo aqui), y se pueda comer decentemente, a mi, me vale. Pues esas premisas la supera con creces el paraje coruñes. Precioso paisaje, todo verde, comida buenísima, buena relación calidad precio y tiempo espectacular. Vamos, de saltársele a uno las lagrimas.
Conclusión: Que no se qué hacemos yendonos a pasar calor al lado de unas piedras que tienen más años que carracuca (aunque mucha historia, he de decir) cuando aqui en España hay unas ciudades espectaculares donde la calidad de vida, con perdón de Berlusconi, a mi, me parece infinitisimamente mejor.

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