jueves, 16 de octubre de 2008

Vivir y morir en Las Rozas

Soy de las Rozas. Lo reconozco. Bueno, mejor que decir que “soy” de las Rozas debería decir que “sobrevivo” o “vivo de prestado” en las Rozas (vivo con mis padres, con lo que esto de que vivo es absolutamente temporal… lleva 31 años siéndolo jajaja), con esto se deduce que cuando deje el supernido paterno-materno, no me dará ni para medio metro cuadrado en esa localidad.
Otro tema, mis padres NO son pudientes. Son clase media. Totalmente media. Que podamos vivir alli para mi es un misterio y no el de Lourdes. (mi padre se dedica a la construcción y vale, sí, se parece sospechosamente a Tony Soprano, ahora que lo digo, bastante pero vamos, que nos da para eso para “sobrevivir”). A dónde quiero llegar con todo esto. En que vivo en lugar donde me puedo dejar el coche abierto por la noche, sacar a mi perra cuando llego borracha los sábados a las 3 de la mañana y no hay ningún toxicómano esperando a que salga de casa para robarme la comida del mediodía que llevo en mi bolsita de Harrods (del ÚNICO viaje que he hecho a Londres y que todavía estoy pagando). A lo que voy, que me lío. A pesar de todo esto…. No me gusta la gente de las Rozas. Porque yo siempre estoy como pidiendo perdon por vivir rodeada de bancos de flores y céspedes bien cortados, sabiendo que eso no va a durar para siempre, y ellos, al reves, se creen herederos únicos de dicho imperio. Se practica el monocultivo el monovolumen (padre madre niño y niña, comprobao), todos tienen interna, casas inmensas, niños rubios, practican el heroncityng los findes y por supuesto votan al PP aunque no les guste como lo hacen (disciplina de partido), pero, detrás de esta “realidad” hay otra bien distinta: Echan 10 euros al monovolumen, pagan a la asistenta 600 euros al mes, (interna y todo lo que lleva ser interna, esto es, al margen de los cometidos ordinarios de llevar toda una casa, esta el de poner, quitar la mesa, servir en navidades, levantarse si los niños lloran por la noche…) y sus cachorros deambulan borrachos, emporrados y maleducados por los prados de Monterozas… y digo yo…. Qué soy yo. Si me voy a vivir a Vallecas, desentonaré, eso está claro, y aquí tambien por supuesto. Con qué me quedo…. No tendré que pensarmelo mucho. Cuando me vaya de casa caeré donde un piso valga 400 euros mensuales y me da que eso donde vivo, como que no. El dilema is over.

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