miércoles, 27 de mayo de 2009

Siete carambolas del cine español

Esta noche he visto Siete Mesas de Billar Francés.... Después de verla me he dado cuenta de que cuando hay un buen guión, unas magnificas actrices, unos actores secundarios brillantes y una más que buena dirección (es lo mejor que ha hecho Gracia Querejeta en mi opinión)... la pelicula es buena. Y da igual si es rusa, checa, norteamericana, francesa, italianao... o española
Mucha gente (tengo en concreto una amiga que dice que si la pelicula es española directamente ni se molesta en seguir sabiendo de qué va y mucho menos ir al cine a verla) que tiene muchos prejuicios contra nuestro cine porque piensa que o bien es una excentricidad más de Almodovar o un truño que se ha hecho para justificar la subvención que les ha dado el Ministerio de Cultura. Tenemos malos public relations de nuestro cine, las propias peliculas malas que se hacen, pero también se hace cine norteamericano malo de morirte (no véis en las marquesinas titulos tipo Guerra de Novias, 27 vestidos... que jamás iriaís a verlas) y no por ello se dejan de ir a ver peliculas por el simple hecho de que sean norteamericanas.
A mi me gustan las pelis que cuando has terminado de verlas te quedas con la sensación de que esos personajes son reales, se pueden palmar, tienen tres dimensiones... me pasó con Salvador, sobre Salvador Puig Antich, que a pesar de saber cómo acaba desde el principio (trata del último asesinado a garrote vil en España), me dejó un regusto a realismo y buen cine por todos los poros, tanto que cuando veo a Daniel Brul, su prota, pienso, pero si a este tio lo mataron hace 30 años. Pues eso.
Eso me ha pasado esta noche. Los personajes de Maribel Verdú y Blanca Portillo (por los clavos, Blanca qué grande eres...) son mujeres que te encuentras por la calle cualquier día. No son esas actricillas de medio pelo que interpretan a personajes que no tienen un duro pero que cambian modeli en cada escena (nadie se ha fijado en que en la serie Aida los personajes no tienen ni para pipas pero tienen más modelitos que Claudia Schiffer??). Son mujeres de verdad. Desgreñadas, con los pelos mal teñidos, ojerosas de no haber dormido pero de verdad.
Antes mencioné a Blanca Portillo porque su papel es excepcional de pies a cabeza. Es una mujer complicada, con mal genio pero te identificas con ella y poco a poco se va desgranando por qué es así. No asi de golpe como en otras pelis donde cuando menos te lo esperas te salta con que a ella la abandonó su madre y su padre la dejó pidiendo en la calle. No. La entiendes, y eso es gracias a un guión como la copa de un pino y a una actriz ni fea ni guapa, y que te suena porque parece tu vecina, la madre de tu amigo o la portera de tu casa. Así debe ser una actriz. Que te creas lo que hace.
Maribel Verdú me parece que ha hecho algunos papeles demasiado supravalorados, pero en este caso, con permiso de Blanca, es la mejor. Vamos, si no le hubieran dado el Goya, me encadeno en la puerta de la SGAE o de la Academia o donde sea. Cuando ganó el Goya se lo dedicó a los que se habían puesto contentos con que lo ganara. Me incluyo. Maribel, eres grande
Y diréis, si esta no ha hablado de qué va la peli. Pues es una historia normal y corriente de algo que le pasa a gente normal y corriente, sin ganadores, ni perdedores, ni moralinas, ni na de na. Vedla y me daréis la razón (un poquito, espero)

No hay comentarios: